Para el dentista, la turbina odontológica es como el destornillador para el carpintero o como el palo para el jugador de golf. Es imposible prescindir de ella: de hecho, es un instrumento fundamental para muchísimas intervenciones. Por eso es recomendable conocer bien sus características y elegir un modelo de altísima calidad.
Funcionamiento de la turbina odontológica
La turbina odontológica funciona simplemente mediante aire comprimido. El aire comprimido llega al instrumento a través de los tubos internos del equipo, que también lo suministran a la jeringa. Están conectados al compresor, que mantiene el aire a una presión de al menos 5 bar en el depósito. Por debajo de este umbral, el compresor se pone en marcha para aumentar de nuevo el nivel de la presión. El aire llega entonces a la turbina, impulsa los álabes y hace girar el rotor.
Sistema de enfriamiento
Girando a altas velocidades, de hasta 400 000 r.p.m., la turbina elimina el esmalte y los materiales endurecidos, como los que se utilizan para las prótesis fijas. Su altísima velocidad y la considerable fricción que se produce generan calor, por lo que resulta necesario integrar un sistema de enfriamiento eficaz.
La irrigación simultánea por aire y agua es fundamental para evitar que se produzcan daños en la pulpa del diente. Además del campo de trabajo, es necesario enfriar el cuerpo de la pieza de mano. Con tres o cuatro puntos de irrigación se puede obtener una nebulización estable del spray. Esto garantiza un nivel de enfriamiento adecuado y una buena visibilidad del campo operatorio en cualquier condición operativa. Además, el spray elimina del campo de trabajo todos los residuos producidos durante el uso de la turbina.
Regulación de velocidad
La presión en el depósito oscila entre 5 y 8 bar, mientras que la presión de servicio de la turbina odontológica se sitúa entre 2 y 3 bar. Regulando la presión de servicio mediante el mando de pie, el odontólogo reduce o aumenta la velocidad de rotación de manera progresiva.
Turbina odontológica: mantenimiento y limpieza
Lubricar y esterilizar: estas son las dos operaciones fundamentales de las que hablaremos a continuación. Aconsejamos efectuar una lubricación periódica siguiendo las indicaciones de la empresa fabricante. Esto contribuye a mantener constantes las prestaciones del instrumento y a asegurar una mayor duración.
Existen aparatos, como el nuevo Thalya, que efectúan ciclos simples de lubricación y purga de la turbina y de los otros instrumentos rotatorios con un procedimiento totalmente automatizado. El dispositivo Thalya Plus ejecuta también las fases de lavado, desinfección y secado antes de que el instrumento envasado pase a la autoclave, donde la turbina odontológica es esterilizada para completar su reacondicionamiento.
Cómo elegir la turbina odontológica
La turbina forma parte de los instrumentos de uso cotidiano del odontólogo. Por este motivo, sus prestaciones y fiabilidad son requisitos imprescindibles. La elección deberá orientarse hacia instrumentos de calidad, evitando las turbinas odontológicas económicas.
Materiales empleados en su fabricación
El material empleado para realizar el cuerpo de la turbina debe resistir a las fuertes solicitaciones dinámicas a las que está sujeta la pieza de mano. Aconsejamos el acero y las aleaciones de aluminio, que ofrecen resistencia mecánica y ligereza.
Geometrías de la pieza de mano
Hablemos ahora de la forma y de las geometrías de la turbina dental. Es preferible que su superficie sea lisa para facilitar las operaciones de limpieza. También es importante que la cabeza de la turbina tenga unas dimensiones reducidas. Esto mejora la visibilidad del campo de trabajo y ayuda al médico a introducir el instrumento en la boca del paciente.
Turbina odontológica: calidad constructiva
Bajo sus formas externas, es necesario considerar la calidad constructiva de la turbina. Si sus elementos internos están realizados con una mecánica de precisión, la pieza de mano estará prácticamente libre de vibraciones durante el uso. La calidad de los cojinetes también contribuye a reducir las vibraciones, y en consecuencia el nivel de ruido. La correcta lubricación de la pieza de mano y la calidad de los cojinetes, que deberían ser de cerámica, contribuyen a la longevidad del instrumento.
Vibraciones y nivel de ruido de la turbina odontológica
Las vibraciones son molestas para quien maneja la pieza de mano. También aumentan el nivel de ruido de la turbina, molestando tanto al médico como al paciente. La presencia de vibraciones y de un alto nivel de ruido es señal de baja calidad. En las turbinas de calidad, el nivel acústico debe ser inferior a 60 dbA para considerarse aceptable.
Iluminación integrada
Por último, para trabajar en condiciones ideales es importante estudiar la iluminación. Hoy en día, gran parte de las turbinas presentes en el mercado incorporan una fuente LED que llega al cabezal de la pieza de mano mediante fibras ópticas. A diferencia de otras fuentes luminosas, las luces LED tienen una duración excepcional y proporcionan una luz blanca que no altera el color de los dientes y de los tejidos.
Stern Weber produce turbinas odontológicas potentes y extraordinariamente fiables. Sus cojinetes están realizados rigurosamente en cerámica y durante el uso resultan más silenciosas que la mayor parte de las piezas de mano disponibles en el mercado.
